Madrid, 15 nov (EFE).- Investigadores del Hospital Universitario Ramón y Cajal han descrito por primera vez la presencia de dos tipos de bacterias depredadoras en el pulmón de los pacientes con fibrosis quística, lo que abre nuevas vías para el tratamiento de esta enfermedad.

La investigación ha sido desarrollada por facultativos e investigadores del Servicio de Microbiología y de la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Universitario Ramón y Cajal-IRYCIS, junto con el grupo de Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Madrid.

El objetivo de esta investigación fue monitorizar durante un año las fluctuaciones de los pulmones en un grupo de pacientes con fibrosis quística, según una nota de prensa de la Comunidad de Madrid.

Por primera vez, han descrito la presencia de dos tipos de bacterias depredadoras en esta localización: «bdellovibrio» y «vampirovibrio».

Este trabajo, desarrollado por la investigadora del IRYCIS, Rosa del Campo; el jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Rafael Cantón, y el facultativo del mismo servicio, Juan de Dios Caballero, ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista mBIO.

Los resultados preliminares, la detección de bacterias depredadoras en el pulmón de los pacientes con fibrosis quística abre nuevas líneas de tratamiento, que fueron presentados en el Congreso Europeo de Fibrosis Quística celebrado en Sevilla en junio de este año.

El doctor Luis Máiz, actual coordinador de la Unidad Clínica de Fibrosis Quística del Hospital Universitario Ramón y Cajal, recogió los datos clínicos, así como el consumo de antibióticos.

Contrariamente a lo que se podía esperar, no se observó ninguna asociación entre estos datos clínicos, el consumo de antibióticos y la composición del microbioma pulmonar, aunque un análisis detallado reveló la presencia de bacterias depredadoras.

Además de estudiar las bacterias cultivables en las muestras respiratorias de estos pacientes, también se determinó, mediante técnicas moleculares de secuenciación masiva, la composición del microbioma.

Los resultados permitieron descifrar un ecosistema mucho más complejo del esperado con 156 especies bacterianas diferentes, así como la detección de bacterias muy minoritarias, entre ellas las bacterias depredadoras «Bdellovibrio» y «Vampirovibrio».

Las bacterias depredadoras se conocen desde mitad del siglo pasado, describiéndose fundamentalmente en ambientes acuáticos.

Son muy ubicuas y su existencia se ha asociado a la regulación de ecosistemas ambientales complejos para evitar el sobrecrecimiento de determinadas poblaciones.

Las bacterias depredadoras se han utilizado en programas de biorremediación ambiental para recuperar ecosistemas alterados, y en el año 2013 fueron descritas por primera vez en el ecosistema intestinal humano.

La detección de bacterias depredadoras en el pulmón del paciente con fibrosis quística ha inspirado un trabajo computacional en colaboración con físicos y matemáticos de la Universidad Politécnica de Madrid, que ha supuesto la creación de «un modelo donde se reproducen los comportamientos de depredador y presa».

Variando las cantidades iniciales de depredadores se llega a las soluciones clásicas de los modelos de tipo Lotka-Volterra: extinción total de todas las especies o convivencia de una especie depredadora y otra especie presa.

Los resultados de estos modelos permiten desarrollar la hipótesis de que, la inoculación de este tipo de depredadores, ya existentes en microbioma pulmonar, podría contribuir a erradicar los patógenos de la fibrosis quística en los estadios iniciales de la enfermedad.

Esto abre una nueva línea de investigación para realizar abordajes innovadores para controlar la infección en la fibrosis quística.

Este trabajo de investigación se ha desarrollado gracias a la estrecha colaboración entre los equipos clínicos y de investigación de la Unidad de Fibrosis Quística con fondos de proyectos competitivos otorgados por el Instituto de Salud Carlos III.